¿Tía Blanca o Torta Negra?

Nuestra empresa se iba a llamar Eloisa. Parecía un nombre elegante, como de emperatriz. O de alguna realeza. 

Cuando La Tía Blanca seguía en planta enseñando a los ingenieros de alimentos cómo hacer su Torta Negra, antes del empaque en lata, vendíamos esta delicia en diferentes presentaciones. A amigos, conocidos y otras personas que sabían de la ricura de esta torta. 

La Tía nos enseñaba a todos a cuidar los detalles, a usar los mejores ingredientes, a complacer, indirectamente, todos los paladares que se atrevieran a probar. 


En ese entonces, algunos conocidos vendían la Torta Negra en sus pequeños restaurantes; un postre adorado por casi todas las familias paisas. Siempre había una abuela o algún pariente que sabía la receta mágica heredada por generaciones. Cada familia tiene una guardiana, como nosotros tenemos a La Tía Blanca. 

Un día fuimos al restaurante de una prima, para apoyarla y porque vendía corrientazos muy ricos. Y en la caja, tenía unas Tortas Negras empacadas en aluminio y decían “Torta Negra de La Tía Blanca”. Un nombre tan fácil y tan completo a la vez. 


Era perfecto. ¿Cómo no se nos había ocurrido? 

Y así fue como nació formalmente la empresa. Bajo un producto ensembla y premium. Con un sueño de llevarlo a todo el mundo. La Torta Negra de la Tia Blanca. El nombre fue un hit. Al principio. 

Introdujimos en un momento a diversos personajes, como El Tío Keke, La prima Lorenza y la mejor amiga, Eloisa - haciendo un guiño y recordando el nombre inicial. Teníamos una familia completa, llena de historia y tradición. Lo que no sabíamos, o por lo menos, estábamos ignorando, es que tantas marcas y personajes requieren mucha más inversión, tiempo, storytelling y más.

Desde entonces y hasta el presente, el desarrollo ha sido un impresionante desafío en cuanto a la denominación, posicionamiento y consolidación de la marca.

Muchos de nuestros clientes solo nos conocen como Torta Negra. Era un “honest mistake”, cómo dirían en inglés, un accidente involuntario. Fue nuestro único producto los primeros años, sigue siendo el más emblemático y adicionalmente, por el que las personas cercanas conocían a La Tía Blanca por su famosa y deliciosa Torta Negra. 

Tía Blanca es mucho más. Una empresa familiar, decenas de productos, años de tradición e innovación y un propósito superior. 

Una Tía con un secreto por compartir y mil historias que contar.


Dejar un comentario

Por favor tenga en cuenta que los comentarios deben ser aprobados antes de ser publicados

Este sitio está protegido por reCAPTCHA y se aplican la Política de privacidad de Google y los Términos del servicio.